Word Up es una librería bilingüe que también se conoce como espacio comunitario para exposiciones de arte hecho por artistas locales, música en vivo, lecturas de poesía y prosa, y encuentros de agrupaciones locales. Hablamos con una de las coordinadoras de este luegar, Daniella Gitlin, para que nos contara más sobre la importancia de un proyecto como este en Washington Heights, una zona de Nueva York con una gran población de hispanohablantes.
¿Cuándo y cómo nació la idea de este proyecto?
Verónica Liu, que fue mi colega en la editorial independiente Seven Stories Press, fundó la librería en junio de 2011. Verónica había vivido en Washington Heights durante varios años y no había nada parecido a Word Up en su vecindario. La idea era que esa librería iba a durar un mes solamente y a ser un “pop-up shop” temporario, pero muchos amigos de la comunidad de Washington Heights quisieron mantenerla abierta. Así los voluntarios iban y venían, intercambiaban la llave para tener la librería abierta casi todos los días y la gente, principalmente del vecindario, venía con donaciones de libros que después vendíamos a bajo precio.
La librería quedó abierta allí, en nuestro primer sitio en la esquina de la calle 176 y Broadway, por más de catorce meses. Luego tuvimos que cerrarla porque los dueños del edificio subieron la renta. Guardamos todos los libros y durante casi un año seguimos reuniéndonos como colectividad de voluntarios y presentándonos en ferias y eventos locales. Además, iniciamos una recaudación de fondos para reabrir Word Up en un nuevo sitio. En julio de 2013 reabrimos en la esquina de la calle 165 y avenida Amsterdam y aquí estamos hasta el día de hoy.
¿Qué libros están promoviendo y cuáles son sus criterios de selección?
Word Up tiene una selección muy diversa de libros—y muchas veces inesperada porque la mayoría es donada por la gente de nuestro vecindario—. Tenemos muchos de ficción y de no-ficción, de poesía y filosofía, antologías y cómics, libros de arte y mucho más. En particular, tratamos de tener muchos libros en español disponibles ya que una gran parte de nuestros vecinos son hispanohablantes. Además, como Word Up está rodeada por varios colegios, y como una proporción enorme de los habitantes del distrito del Alto Manhattan son jóvenes, tratamos de mantener un inventario robusto de libros para niños y niñas, tanto en inglés como en español.
¿Cuál es el público a quien está dirigido este proyecto?
Está dirigido a todos los que entran a la librería y tenemos en cuenta especialmente que muchos de nuestros vecinos son niños, niñas o hispanohablantes.
¿Qué tipos de libros se venden más? ¿Cuál es el criterio para los eventos y qué tipo de público asiste?
Los libros de ficción en inglés siguen siendo los libros que se venden más. No hay muchos criterios para eventos que ofrecemos en Word Up. Uno simplemente tiene que rellenar un formulario en nuestro sitio de web y le contactaremos si hay disponibilidad en el calendario. El público que asiste a nuestros eventos depende mayormente de quienes organizan el evento; en general, el público para nuestros eventos es más grande si ya existe un público designado que ya conoce y quiere escuchar a cualquier escritor o músico.
¿En qué sentido consideran que este proyecto es importante y por qué difundir libros y eventos en español?
La población de nuestro vecindario tiene una gran porción de habitantes hispanohablantes y por eso queremos que Word Up como librería comunitaria refleje los intereses, los gustos y los idiomas de la gente con quien compartimos el vecindario.
¿Cómo se financia este proyecto?
Word Up se financia por la venta de libros (que la mayor parte son usados, pero también compramos libros nuevos), una beca ocasional y donaciones individuales. Todos los que trabajan en Word Up son voluntarios.
¿Cuál es la presencia de este proyecto en las redes sociales?
Word Up mantiene una página de Facebook (https://www.facebook.com/WordUpBooks) y una cuenta de Instagram y de Twitter (@WordUpBooks), todas bastante activas.
¿Cómo se ve el futuro de los libros y revistas en español?
Creo que estamos en un buen momento para resucitar la circulación de libros y revistas en español ya que existe la voluntad colectiva y siguen apareciendo instrumentos locales e innovadores que pueden ayudar con esa importante iniciativa.